lunes, 30 de mayo de 2011
Aumenta contaminación por planta nuclear de Fukushima.
La radiactividad de las aguas que circundan la planta nuclear de Fukushima alcanza niveles preocupantes.
El pasado sábado 26 de marzo, reporta el diario Le Monde, se hicieron mediciones a 300 metros de la central y los niveles de contaminación en las aguas era mil 850 veces superior al normal.
Incluso, un par de días antes, la medición fue de mil 250 veces arriba de la medida cotidiana.
Las partículas radiactivas que se desplazan en la atmósfera también son depositadas en el mar, así como el polvo y tierra que había en la planta.
El Instituto Nacional de Ciencias del Universo (Sirocco) francés ha creado un modelo para simular el comportamiento de las partículas radioactivas en el agua y en el mar.
En el modelo se toman en cuenta factores como la temperatura del océano, su grado de salinidad y la dirección de los vientos.
En la página especial para Japón del Sirocco es posible ver las simulaciones del comportamiento oceánico en la costa de Japón.
La simulación confirma que partículas como el yodo 131, el césium 137, tritio, estroncio, yodo 129 y plutonio se dirigirían hacia el este, aunque las tasas de contaminación se irían disipando a lo ancho del océano Pacífico.
¿En México?
La noche de ayer miércoles la Secretaría de Gobernación informó que se encontraron niveles de radiación en las costas mexicanas, pero estos no representan riesgo alguno para la población.
"No obstante, se continuará con el monitoreo permanente y atentos a cualquier posible modificación de dichos niveles".
El pasado sábado 26 de marzo, reporta el diario Le Monde, se hicieron mediciones a 300 metros de la central y los niveles de contaminación en las aguas era mil 850 veces superior al normal.
Incluso, un par de días antes, la medición fue de mil 250 veces arriba de la medida cotidiana.
Las partículas radiactivas que se desplazan en la atmósfera también son depositadas en el mar, así como el polvo y tierra que había en la planta.
El Instituto Nacional de Ciencias del Universo (Sirocco) francés ha creado un modelo para simular el comportamiento de las partículas radioactivas en el agua y en el mar.
En el modelo se toman en cuenta factores como la temperatura del océano, su grado de salinidad y la dirección de los vientos.
En la página especial para Japón del Sirocco es posible ver las simulaciones del comportamiento oceánico en la costa de Japón.
La simulación confirma que partículas como el yodo 131, el césium 137, tritio, estroncio, yodo 129 y plutonio se dirigirían hacia el este, aunque las tasas de contaminación se irían disipando a lo ancho del océano Pacífico.
¿En México?
La noche de ayer miércoles la Secretaría de Gobernación informó que se encontraron niveles de radiación en las costas mexicanas, pero estos no representan riesgo alguno para la población.
"No obstante, se continuará con el monitoreo permanente y atentos a cualquier posible modificación de dichos niveles".
Japón: el problema de la contaminacion de alimentos.
Las autoridades suspendieron el envío de alimentos de cuatro prefecturas.
Tras el terremoto y el tsunami de hace diez días y la subsecuente crisis nuclear, ahora se suma un nuevo problema al desastre que azota a Japón: la contaminación de alimentos con partículas nucleares.
El gobierno de ese país ordenó detener el envío de alimentos de cuatro prefecturas que rodean a la planta nuclear de Fukushima, a 240 kilómetros l norte de Tokio, después de que se encontraran rastros de partículas radiactivas en vegetales y agua del grifo.
Esta suspensión se aplica a espinacas y otras hortalizas de hoja verde, pero también a la leche producida en la prefectura de Fukushima.
Se informó que, además de las espinacas, la contaminación se ha propagado a otros vegetales, como colza y crisantemo, y también se han encontrado rastros de yodo y cesio radiactivo en el agua de Tokio.
Sin embargo, tal como le dijo a la BBC Noriyuki Shikata, portavoz del gobierno japonés, los niveles encontrados hasta ahora suponen un riesgo muy pequeño a la salud humana.
“El pueblo japonés es extremadamente sensible a la seguridad alimentaria”, afirmó el funcionario.
“Y estamos llevando a cabo un monitoreo exhaustivo del estado de los alimentos. También hemos tomado medidas para limitar el consumo y el envío de algunos productos”, añadió.
En la cadena alimenticia
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay varios compuestos radiactivos que son particularmente preocupantes para la seguridad alimentaria, principalmente los isótopos de estronio (estronio 90), de yodo (yodo 131) y de cesio (cesio 137).
Tal como el explicó a BBC Mundo Carlos Bravo, responsable de la campaña antinuclear de la organización ambientalista Greenpeace, todos los gases que están saliendo de la central nuclear de Fukushima llevan elementos radiactivos que son gaseosos y que, al mezclarse con otros gases en el aire, pueden ser inhalados tanto por el ser humano como por los animales.
Los efectos de lo que ocurre hoy se van a empezar a ver a medio y largo plazo. Por lo tanto, decir que no ha habido efectos inmediatos a la salud no es falso, pero es una manera de engañar
Carlos Bravo, Greenpeace
Pero la contaminación radiactiva no sólo ocurre por la vía aérea y por inhalación.
“El agua puede quedar contaminada con elementos radiactivos que se disuelven en ésta, y la ingestión de este líquido contaminado, como el que ya se detectó en Tokio (de yodo 131 radiactivo), es otra vía de incorporación de los elementos radiactivos en el cuerpo”.
“Y una tercera forma de contaminación es la ingestión de los alimentos contaminados”, añadió.
Los gases contaminados que se liberan en el ambiente llevan partículas sólidas microscópicas.
Éstas caen al suelo por su propio peso o pueden ser arrastradas por la lluvia para incorporarse en la superficie y ser absorbidas por las raíces de las plantas.
O también es posible que caigan en la superficie de las hojas de las plantas. Por eso, los vegetales de hoja verde son los más expuestos al contacto directo con el aire contaminado.
Y como esas plantas luego pueden ser ingeridas por animales como las vacas, es probable que la carne y la leche también estén en riesgo de contaminación.
Cuándo es peligroso
Aunque el gobierno japonés afirma que los niveles de contaminación radiactiva detectados en el agua no representan un riesgo para la salud humana, sí reconoce que la cantidad encontrada en las espinacas y la leche producida cerca de Fukushima supera los estándares de seguridad establecidos.
Tal como señalan los expertos, es difícil saber hoy cuál podrá ser el riesgo a largo plazo de esta contaminación radiactiva.
Según la OMS, el consumo de alimentos o agua con radiación puede incrementar el riesgo de determinados tipos de cáncer.
En Tokio se hallaron yodo y cesio radiactivos en el agua.
“Aunque el yodo radiactivo tiene una vida media de unos ocho días y se desintegra de forma natural en unas semanas, sí hay un riesgo a corto plazo para la salud humana si el yodo radiactivo se incorpora en el organismo humano”, dijo la organización.
“Si se ingiere, el compuesto puede acumularse y causar lesiones en la tiroides”.
Por otra parte, el cesio radiactivo tiene una vida media de 30 años.
Según Carlos Bravo, “las dosis encontradas en Japón no son terriblemente altas para que puedan llevar a producir el síndrome de irradiación aguda, que lleva directamente a la muerte”.
“Pero los efectos de lo que ocurre hoy se van a empezar a ver a medio y largo plazo. Por lo tanto, decir que no ha habido efectos inmediatos a la salud no es falso, pero es una manera de engañar”.
“Porque no podemos saber hoy cuál será el impacto en la población afectada por la inhalación de material radiactivo, la ingestión de alimentos contaminados o la bebida de agua con rastros de material radiactivo”, agregó el experto.
Antecedentes
Los estudios han demostrado, por ejemplo, que las tasas de incidencia de varios tipos de cáncer, principalmente el de tiroides, entre la gente que vivía cerca de Chernobyl se han incrementado drásticamente en los últimos años, a pesar de que el accidente de esa planta nuclear ocurrió hace 25 años.
“Ahora esa tasa de incidencia de enfermedades, como cáncer o de los sistemas nervioso e inmune, se va a hacer notar poco a poco en Japón. Por eso, será necesario llevar a cabo estudios epidemiológicos para vigilar de cerca cómo cambian esas tasas de incidencia”, afirmó Carlos Bravo.
Según la OMS, los alimentos contaminados no pueden ser descontaminados. Si se detectan niveles que podrían ser perjudicales para la salud humana, la mejor forma de evitar la contaminación es desecharlos de forma segura.
El desafio de la contaminación nuclear en japón
Tokio- Aunque la exposición masiva a la radiación pudo evitarse en la central japonesa de Fukushima, vapores y elementos radiactivos se escapan a la atmósfera desde el sábado, lo que representa un riesgo de contaminación para las poblaciones aledañas,reseña hoy 2001, en relación a una nota de AFP.
La nube de gases radiactivos que parecía desplazarse el domingo hacia el Océano Pacífico con los vientos del norte y noreste está constituida principalmente de yodo y cesio, según expertos entrevistados por la AFP.
Después del terremoto que sacudió a Japón el viernes, las autoridades evacuaron cientos de miles de personas en los alrededores de la central de Fukushima.
En un principio, la evacuación tuvo un radio de 3 km pero a medida que la situación evolucionaba, el radio se extendió a 10 km y luego hasta 20 km, explicó Olivier Gupta, director general de la Autoridad de Seguridad Nuclear (ASN) en Francia.
De este modo, únicamente los expertos y los bomberos que trabajan en la zona de peligro correrán el riesgo de exponerse a la radiación.
Estas personas podrían enfermarse en las semanas o en los meses siguientes, o hasta podrían presentar vómitos en las siguientes 24 horas, dependiendo de la dosis de radiación recibida.
La médula ósea es la parte del cuerpo que resulta más dañada tras las radiaciones, por lo que será necesario hospitalizar a los pacientes para practicarles transfusiones.
"Pero si la dosis fue muy fuerte, (los pacientes) morirán", aseguró el profesor Patrick Gourmelon, director de la sección de radioprotección del hombre en el Instituto francés de Radioprotección y de Seguridad Nuclear (IRSN).
Para el resto de la población, la exposición a elementos radiactivos podría provocar cánceres (en la sangre, pulmones, colon...) de una gravedad "proporcional a la dosis absorbida", agregó.
"Para proteger a los civiles, disponemos de tres armas: la evacuación, el aislamiento y el yodo" explicó el profesor Gourmelon.
El aislamiento, que es muy eficaz mientras se prepara una evacuación, consiste en evitar al máximo el contacto con las partículas contaminadas.
De preferencia, la gente deberá instalarse en los sótanos, con las puertas y ventanas selladas con cinta adhesiva y apagando cualquier climatización y calefacción.
"Se trata de evitar que las partículas penetren en los pulmones y en el tubo digestivo", explicó el médico, quien agregó que también existen formas externas de contaminación, a través de la piel.
En caso de contacto radiactivo con la piel, "basta con tomar una buena ducha, pero sin frotar para que no penetren las partículas", agregó.
También se debe evitar morderse las uñas, fumar y llevarse las manos a la boca.
Pero la medida más importante que tomarán las autoridades será la distribución de pastillas de yodo para evitar el cáncer de la tiroides, principalmente entre los jóvenes, niños, bebés y mujeres embarazadas o que amamantan.
"Este producto, que es muy volátil, se adhiere literalmente a las tiroides. Si se saturan las tiroides con el yodo limpio, se evita que el yodo radiactivo se adhiera", dijo el profesor.
El problema es que se debe actuar a tiempo: de preferencia, una hora antes de la emisión de partículas contaminadas. Hacer esto es posible en Japón, puesto que las bocanadas son emitidas voluntariamente para disminuir la presión del reactor.
Si el yodo se aplica "durante las siguientes 24 horas también funciona, pero sólo protege a un 25%".
Los elementos radiactivos absorbidos por el cuerpo serán eliminados a través de la orina. Gracias a "los medios de detección altamente sensibles que tenemos", se puede medir con mucha precisión la dosis radiactiva que absorbió una persona, concluyó Gourmelon.
La nube de gases radiactivos que parecía desplazarse el domingo hacia el Océano Pacífico con los vientos del norte y noreste está constituida principalmente de yodo y cesio, según expertos entrevistados por la AFP.
Después del terremoto que sacudió a Japón el viernes, las autoridades evacuaron cientos de miles de personas en los alrededores de la central de Fukushima.
En un principio, la evacuación tuvo un radio de 3 km pero a medida que la situación evolucionaba, el radio se extendió a 10 km y luego hasta 20 km, explicó Olivier Gupta, director general de la Autoridad de Seguridad Nuclear (ASN) en Francia.
De este modo, únicamente los expertos y los bomberos que trabajan en la zona de peligro correrán el riesgo de exponerse a la radiación.
Estas personas podrían enfermarse en las semanas o en los meses siguientes, o hasta podrían presentar vómitos en las siguientes 24 horas, dependiendo de la dosis de radiación recibida.
La médula ósea es la parte del cuerpo que resulta más dañada tras las radiaciones, por lo que será necesario hospitalizar a los pacientes para practicarles transfusiones.
"Pero si la dosis fue muy fuerte, (los pacientes) morirán", aseguró el profesor Patrick Gourmelon, director de la sección de radioprotección del hombre en el Instituto francés de Radioprotección y de Seguridad Nuclear (IRSN).
Para el resto de la población, la exposición a elementos radiactivos podría provocar cánceres (en la sangre, pulmones, colon...) de una gravedad "proporcional a la dosis absorbida", agregó.
"Para proteger a los civiles, disponemos de tres armas: la evacuación, el aislamiento y el yodo" explicó el profesor Gourmelon.
El aislamiento, que es muy eficaz mientras se prepara una evacuación, consiste en evitar al máximo el contacto con las partículas contaminadas.
De preferencia, la gente deberá instalarse en los sótanos, con las puertas y ventanas selladas con cinta adhesiva y apagando cualquier climatización y calefacción.
"Se trata de evitar que las partículas penetren en los pulmones y en el tubo digestivo", explicó el médico, quien agregó que también existen formas externas de contaminación, a través de la piel.
En caso de contacto radiactivo con la piel, "basta con tomar una buena ducha, pero sin frotar para que no penetren las partículas", agregó.
También se debe evitar morderse las uñas, fumar y llevarse las manos a la boca.
Pero la medida más importante que tomarán las autoridades será la distribución de pastillas de yodo para evitar el cáncer de la tiroides, principalmente entre los jóvenes, niños, bebés y mujeres embarazadas o que amamantan.
"Este producto, que es muy volátil, se adhiere literalmente a las tiroides. Si se saturan las tiroides con el yodo limpio, se evita que el yodo radiactivo se adhiera", dijo el profesor.
El problema es que se debe actuar a tiempo: de preferencia, una hora antes de la emisión de partículas contaminadas. Hacer esto es posible en Japón, puesto que las bocanadas son emitidas voluntariamente para disminuir la presión del reactor.
Si el yodo se aplica "durante las siguientes 24 horas también funciona, pero sólo protege a un 25%".
Los elementos radiactivos absorbidos por el cuerpo serán eliminados a través de la orina. Gracias a "los medios de detección altamente sensibles que tenemos", se puede medir con mucha precisión la dosis radiactiva que absorbió una persona, concluyó Gourmelon.
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